En los proyectos recientes de Mario Rey, las ciudades y sus arquitecturas ya no son los únicos protagonistas, sino escenarios donde se desarrollan las acciones. A partir de un dibujo o un cuadro, los elementos pictóricos se despliegan en el espacio, establecen presencias extrañas sobre los edificios, modifican sustancialmente nuestra percepción habitual y generan otras situaciones.
El proyecto Dream, para el Centro Dramático Nacional en el Teatro Valle Inclán de Lavapiés en Madrid, se plantea como una escenografía de calle. De los muros del teatro sale una imagen figurada de algo que sucede dentro pero nunca se ve fuera. Un inmenso cuadro, cuya superficie total ronda los 2500 metros cuadrados, sobre el soberbio racionalismo de los paramentos del edificio, donde los actores y espectadores son los propios ciudadanos.
El proyecto Dream, para el Centro Dramático Nacional en el Teatro Valle Inclán de Lavapiés en Madrid, se plantea como una escenografía de calle. De los muros del teatro sale una imagen figurada de algo que sucede dentro pero nunca se ve fuera. Un inmenso cuadro, cuya superficie total ronda los 2500 metros cuadrados, sobre el soberbio racionalismo de los paramentos del edificio, donde los actores y espectadores son los propios ciudadanos.
