miércoles, 23 de agosto de 2017

LOS CAMBIOS DEL HS3 Y SUS REPERCUSIONES

Hola de nuevo! Entre junio y julio de 2017 se han aprobado algunas modificaciones en el CTE. Algunas de ellas las llevábamos esperando años como la modificación del DB HS-3. Algunos técnicos hemos denunciado reiteradamente la aberración que suponía la aplicación de la normativa CTE en lo referente a ventilación en viviendas. Para hacernos una idea, un edificio que cumpliera el HE1 por demanda de calefacción en Ávila, no lo cumpliría en Cantabria o Extremadura. Era evidente que la norma era una burda generalización de unos requisitos mínimos que no se adaptaban a toda la geografía española ni a las formas de habitar. La demanda energética provocada por la ventilación suponía, al menos, el 50% de la demanda total. Se había regulado un máximo de ventilación por infiltración directa y el free-cooling. Los técnicos hemos tenido que lidiar con las aberraciones de la norma en una batalla perdida de antemano. Para poder cumplir con los requisitos de los distintos documentos básicos hemos tenido que: 
1.- Aislar en exceso, a pesar de que existían documentos anteriores al CTE que fijaban los espesores máximos razonables de aislamiento térmico en base a estudios concienzudos y conclusiones homologadas. Como efecto secundario, aumento del PEM. 
2.- Instalar recuperadores de calor en viviendas unifamiliares. En algunos casos, debido al volúmen encerrado por la envolvente, ha sido imposible alcanzar el cumplimiento normativo sin incorporar recuperadores de calor. Ésto ha ocasionado un aumento sustancial del presupuesto e innumerables batallas con el promotor. El precio de los recuperadores se ha disparado y los fabricantes han encontrado un filón en los miniconductos de ventilación. Por si fuera poco, el software oficial no estaba preparado para contemplar recuperación de calor y las soluciones propuestas pasaban por "regular" las cargas de ventilación. ¡Vaya rigor! 
3.- Nos hemos visto obligados a deshechar muchos sistemas de climatización tradicionales o, digamos, preexistentes. El aumento de la demanda producido por la ventilación, limitaba las opciones tradicionales de climatización y hemos tenido que instalar sistemas que emplearan energías renovables. Aunque esto, al fin y al cabo, produce un beneficio mayor al medio ambiente, ha requerido altas inversiones no estrictamente necesarias por parte del promotor y auténticos quebraderos de cabeza por parte de los técnicos redactores al tener que justificar y certificar opciones no contempladas en el software oficial.

Ahora, los cambios en la redacción del DB HS-3 en cuanto a las condiciones de diseño, la caracterización y la cuantificación de las exigencias son de tal magnitud que, en las primeras verificaciones sobre modelos antiguos, se producen variaciones tremendas en la demanda por ventilación que llegan al -70%

CONCLUSIÓN
Sin entrar a valorar la nueva definición, caracterización y cuantificación de las exigencias de ventilación, los cambios corrigen una situación aberrante creada por la norma que se sustituye. La idoneidad de los límites de concentración medios y anuales de CO2 se lo dejo a los científicos.